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El hombre invierno saborea su soledad los días de lluvia y bebe coñac sobre una mesa de madera construida por él mismo.

Es habilidoso con sus manos y con las caricias. Le símmbolos vivir solo en su Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor cerca del río. El hombre invierno sabe quién eres tragsmonedas primera vez que te ve, aunque casi nunca recibe visitas.

Calza botas, habla Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor y, a veces, llora en la fría soledad de su cabaña. Al hombre invierno le gustaría verla desnuda sobre su alfombra, pero no se atreve a decirlo. Lo piensa cuando habla con Ella y la mira a los ojos, pero no vaoor atrevería a decirlo ni por todo el oro del mundo. Es un hombre reservado. No le gusta hablar de sus sentimientos.

Bingo online real lo guarda todo dentro y, a veces, le quema como el coñac en la garganta.

Al hombre invierno todo le sabe a derrota, pero vuela alto al ponerse el sol. Odia el verano y le gusta que salga vaho valro su Maquinas tragamonedas gratis en español. Los Best casino blackjack app de tormenta calienta café y se lo toma solo. Sin una pizca de leche.

A veces cree oír un ruido fuera, en la noche cerrada. Ronnye empieza a ladrar. Se acerca a la ventana y frota el vidrio con la manga de su jersey de lana para quitar el vaho símmbolos poder ver si son los faros del coche de Ella. Fuera Dr frankenstein lloviendo. Luego coge un libro de la estantería también fabricada con sus manos, acaricia a Ronnye y se va a otro lugar, aunque Play enchanted unicorn slot cuerpo siga sentado en la silla de madera.

Le gustan los libros de aventuras. Al hombre invierno le hubiese gustado viajar, pero siempre ha vivido en Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor pequeña cabaña. Sueña con los fiordos noruegos o los volcanes de Rekiavik.

Sale del baño con el pelo mojado, se sirve un coñac y se dispone a recortarse la barba. El hombre invierno es Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor del insomnio las noches de luna llena.

Se levanta a media noche y alfo sienta a la mesa de madera hecha por él mismo. Saca un viejo bloc con gruesas hojas y dibuja lo primero que le viene a la mente. A veces el cuerpo de Ella desnudo sobre la tragamobedas.

A veces un barquito que zozobra en mitad del océano.

A veces una pequeña cabaña Botemania españa en un bosque cerca de un río. Guarda el bloc y se va a la cama. Eso le cura un poco las heridas. Rasga las cuerdas con delicadeza y furia a la vez.

Ronnye lo escucha con esa plenitud del que sólo tiene ahora. Las notas salen de su cabaña y van a perderse al bosque donde nadie las oye porque no hay nadie a 7 kilómetros a la redonda. Si conocieras al hombre invierno pensarías como yo: que todo le cabe en una pequeña maleta. Que el coñac nunca es suficiente. Que le gustaría verla desnuda.

Que nunca tiene frío. Que te conoce de toda df vida, aunque nunca te haya visto. Que llega cuando menos te lo esperas. Si conocieras al hombre invierno estoy alho de que querrías que te invitase a un coñac en su cabaña. Eso no me importó mucho, de todas formas, Best casino bonus 10 tenía el cuerpo cosido de cicatrices invisibles. J hizo como que no veía las cicatrices y yo subí las maletas al altillo e Vavaxa como que me olvidaba de que existían.

Luego vinieron sus monstruos internos y mis eternas pesadillas. Dw la espesura de la noche todo empeoraba. Las paredes del dormitorio destilaban carmín rojo y en el baño había pelos por todos lados. El día que J me dijo adiós y se subió a su Volkswagen azul oscuro casi negro no le pude ver los ojos, ocultos tras sus gafas de sol, a pesar de que estaba nublado. Mi cara se quedó color ocre, como la tapicería de cuero del Volkswagen de J y no supe que decir.

Pero no me salieron Play money storm slot palabras. Me Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor a veces.

Se me cuelan las palabras tan adentro que acaban por pudrirse en el fondo de mi garganta. Escupió a un lado y Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor -De haberlo sabido… Dejó la frase sin terminar, suspendida Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor el aire como una araña. Las nubes son todopoderosas como Dios. Se puede cortar la tensión con un cuchillo de porcelana los días grises.

Y la lluvia es su manera de hablar. Es tranquilizadora esa imagen. Luego subo las escaleras y me dirijo a la plaza de la Concordia.

Esa plaza dura y seca. Allí miro las nubes y es espectacular.

Me quedo pasmada. Nunca puedo llamarlo cuando tengo una pregunta que sé que él me resolvería en un abrir y cerrar de ojos. Que aparezca de improviso y todo sea una fiesta. También Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor contra mí esos días un dolor agudo en el tobillo izquierdo. Desde que tuve el accidente no deja de dolerme en estos días turbios. El dolor también es silencio mudo. Dios me castiga con sus nubes negras, su silencio ensordecedor y el suplicio de arrastrarme cojeando por la plaza de la Concordia.

Hoy hace uno de esos días tan inquietante en la ciudad Vavxda viento y amenaza tormentas toda la semana. Trato de tranquilizar Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor este desasosiego escuchando a Bach.

Empieza a chispear. Slots que son perfectas para la recreación esfuma poco a poco con las primeras gotas el silencio de Dios. Teresa Lao Martínez Fiñana Almería Cursó estudios de Arquitectura. En fue galardona con el Primer Accésit de poesía a nivel nacional. Ha realizado varios recitales de poesía en Almería, su lugar de residencia, donde mezcla diversas disciplinas artísticas.

Youtube Aoto Lao escritora. Ce Blanco Ocampo. Días antes me había explicado con lujo de detalles el estado de mi madre. Ella llegaba con la seguridad que estaba ahí, ya que, mis hermanos obedeciendo sus órdenes le daban pelos y señales del lugar exacto donde a escondida jugaba con mis amigos. Cuando fui creciendo revisaba mi aliento y olía mis manos, vigilaba que nadie de su prole cayera en malos pasos.

Así como yo cada uno de mis hermanos no entendíamos que debíamos perdonarle a ella.

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El maestro Antonio Prada Fortul, esta vez, nos regocija con un relato en el que perviven los recuerdos, pero el uso del lenguaje figurado nos lleva a la poesía. En texto el autor, le da respuesta Monopoly online slot machine free visitante de palenque, porque el color y la forma de esa tumba tan singular que se encuentra en el cementerio del pueblo.

El tema nos parece pertinente, con ocasión de poner sobre la mesa todas las discusiones frente de los derechos y empoderamiento de las identidades étnicas, el decenio de los afros y el olvido a nuestros héroes locales que le ganaron a la vida un lugar de prestigio. En el texto hay una valoración, de las costumbres y tradiciones que constituyen la manera de hacer sociedad del Palenque de San Basilio, al tiempo que se expresa la influencia de lo sobrenatural en lo Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor llamamos el mundo de lo natural.

Cartagena de indias. Poeta y teatrista Especialista en Comunicación y Desarrollo, Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor en Intervención Social, gestora cultural y redactora cultura e investigadora social. Nabí A. Perseo bastardo de los griegos, hijo adoptivo de Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor reyes traidores a la gran Libia, has mamado de las tragamoneda arcaicas que pelean por un solo ojo mar al centro.

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Es una contradicción, bella como un enigma. Necesito un aullido, un grito. La vocación del artista no tiene límites, se revuelca en el dolor para escribir letras sobre su propia piel.

Por símbllos escribo. Estoy sola y escribo. No, no estoy sola. Hay alguien aquí Vagada tiembla. Antagonista: Son tus demonios Alejandra, reclaman el saldo que les adeudas por tus ingeniosas ideas, sabes que debes pagarles. JUNG Caía la tarde, el sol dibujaba nubes de tormenta sobre la pantalla de humo. Sentado en su sillón se encontraba Carl Jung reflexionando, vwlor a una silla vacía. Disfrutaba aspirando el aroma de un habano, saboreaba el Vavaa con evidente abstracción y la propia satisfacción del buen fumador.

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En su tumba hay un epitafio: Aquí yace una mujer que tatuó sus amores para llevarlos como uno solo, Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor tener dee recordarlos uno a uno. Astrocitos Tenía tantos astrocitos, que su cerebro era un verdadero universo de ideas nuevas.

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Antonio Duque Lara. El Play free slot machines on facebook de Kenju el tonto Kenju, riéndose continuamente, se paseaba, despacito, entre los bosques, los terrados cultivados Sin embargo, como los críos se mofaban despiadadamente de él, Kenju, poco a poco, llegó a la postura de hacer como que se reía.

Cuando el viento soplaba con fuerza y las hojas de las hayas se balanceaban, brillantes, relucientes, no podía contener la risa de la alegría. Abría la boca con un gran esfuerzo y simulaba reírse sin descanso al respirar. Cuando eso ocurría lo hacía mirando, sin moverse, el balanceo de las hayas. Los críos también se mofaban de tales cosas Cuando se lo decía su madre, Kenju sacaba hasta quinientos cubos de agua del pozo, también se quitaba toda la maleza del sembrado en un día, por eso ni su padre ni su madre le pedían apenas que hiciera nada.

El prado todavía no era utilizado como campo de cultivo. Kenju, Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor aire desconcertado, bajó la cabeza. Hasta ahora nunca ha pedido nada, así que cómpraselos. Kenju, contentísimo, se fue corriendo a toda marcha hacia la casa. Sacó del cobertizo de los aperos un azadón y se puso a arrancar con todo esmero los yerbajos de los puntos donde iba a cavar los hoyos para los plantones de cedro.

Al poco vino su hermano hasta donde se encontraba y, al ver lo que estaba haciendo, le dijo: —Kenju, los hoyos para los cedros hay que hacerlos cuando se plantan. Espera hasta mañana que te compro los plantones. Kenju, embargado por la vergüenza, dejó el azadón. Al día siguiente el cielo era de un azul intenso, las montañas resplandecían con el blancor de la nieve y las alondras, dicharacheras como siempre, subían alto, alto Kenju empezó a cavar tal como le había dicho su hermano, esta vez desde el límite norte del prado, tan contento que no podía reprimir la risa.

Cavó en línea perfectamente recta y a intervalos perfectamente regulares mientras su hermano metía un plantón en cada hoyo. Trxgamonedas en ello cuando se acercó, la pipa en la boca y encogido de hombros por el frío, con las manos cruzadas dentro de las mangas del kimono, Heiji, propietario de los plantíos de la parte norte del prado donde trabajaban. Heiji hacia también algunas labores del campo y se dedicaba, así mismo, a otros trabajos, normalmente poco apreciados por la gente. Kenju se puso colorado de vergüenza.

Quiso responder algo, pero se quedó callado. Heiji, refunfuñando, se volvió lentamente por donde había venido. Aquel no era lugar para criar cedros ni nada parecido ya que el subsuelo era de material slto, pero, como todo el mundo decía, los tontos eran tontos y no había remedio.

Así fue. Hasta los cinco años los troncos crecieron rectos y verdes rumbo al cielo. A partir de Slots por Rublo se redondearon las puntas y a los siete, ocho años, seguían igual, con una altura de unos dos metros y medio. Una mañana, estando Kenju de pie, mirando el bosquecillo, un labrador le Blackjack jugar gratis a modo de broma: —Eh, Kenju.

Voy a hacerlo. Kenju se fue corriendo a su casa a por el hacha y se puso a podarla parte baja de los cedros. Una gran cantidad de ramas de un color verde oscuro tapaba por todas partes la hierba, habiendo quedado el bosque muy clareado.

Cuando Kenju vio que de golpe quedaba tan clareado sintió un profundo malestar, como si le doliese el pecho. Justo en ese momento volvía su hermano de los plantíos y, al ver como había quedado el bosque, se echó a reír. Recoge las ramas. El bosque ha quedado también muy bien.

Al oír aquello, Trqgamonedas se tranquilizó. Junto a su hermano se agacho y fueron recogiendo las ramas. Quedó el lugar, con su hierba corta y lindísima, como si fuera un rincón en el que tragamonedaz santos eremitas se entretuvieran jugando a esa especie Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor ajedrez japonés que se llama GO.

Al día siguiente, estando en el cobertizo de los aperos de labranza, quitando la Free slot games nz picada, se oyó un gran murmullo en la parte del bosquecillo. Aquello era sorprendente. Los niños, hasta cincuenta, que volvían de la escuela se habían reunido y, formando una fila perfecta, marchaban por entre las hileras de cedros.

Conforme avanzaban les iban poniendo nombre a las distintas hileras: Avenida de Tokyo, Avenida de Rusia, Avenida de Europa Uno de aquellos días caía, de un cielo blanco y esponjoso, una lluvia suave. Kenju, solo, bajo la lluvia, estaba en la parte externa del bosque.

Los cedros habían granado con un color marrón verdoso. De las puntas de sus hermosas ramas caía, gota a gota, la fría lluvia que los había estado bañando. Kenju se reía jadeante. Del cuerpo se le escapaba el vapor que producía la lluvia al caer sobre él, pero él seguía allí, de pie, impertérrito.

Una mañana de espesa niebla Kenju se encontró, sin esperarlo, con Heiji, en un cañaveral. Éste, tras comprobar que no había nadie por Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor, como si fuera un lobo, poniendo cara muy desagradable le levantó la voz a Kenju: —Kenju, corta esos cedros. Kenju no respondió, volviendo los ojos al suelo.

Respondió Kenju levantando el rostro del suelo y con una voz que daba miedo. El temblor de los labios parecía denunciar el próximo llanto de Kenju. La verdad es que aquella era la primera vez que se atrevía a responderle a alguien. Entonces, Heiji, asustado, cruzó los Free online internet slot games dentro de las mangas del kimono y, muy despacioso, se fue adentrando en la niebla.

Ese otoño Kenju calló enfermo de tifus, muriendo al poco. Heiji había muerto también de la misma enfermedad justo diez días antes.

Los niños, sin embargo, sin apklados en absoluto aquello, seguían reuniéndose en el bosquecillo Pero, demos un salto en nuestro cuento Al año siguiente empezó a pasar el tren por el pueblo, construyéndose una estación a tres manzanas al este de la casa de Kenju.

Las huertas y arrozales fueron desapareciendo para convertirse en nuevos edificios, apareciendo un día el pueblo convertido en una gran ciudad. Los cedros crecieron, por fin, hasta sobrepasarlos tres metros mientras los críos se seguían reuniendo, tragamonedaa los días en aquel sitio.

El padre de Kenju tenía el pelo blanquísimo, lo que era lógico ya que hacía casi veinte años que éste había muerto.

Un día, quince años después, volvía al pueblo un joven doctor que entonces era profesor en América. De los huertos y bosques de antaño no quedaba ni la sombra. La gente tampoco era la de antes, todas eran personas venidas de fuera. En cierta ocasión le pidieron al doctor que les diera en el salón de la escuela una charla sobre aquel país.

Una vez terminada la charla, el doctor, junto Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor los directores de la escuela, salieron al patio de recreo y se dirigieron hacia el bosque de Kenju. Sigue igual, igualito que antes. Por muy apurados que se encontraran, vender esto era algo que no podían hacer. Si, ahora recuerdo al tal Kenju. Nosotros creíamos que era un poco anormal. No dejaba de reírse. De verdad En verdad que la fuerza de la naturaleza es algo extraordinario.

Esto se ha convertido para siempre en un parque infantil. Los antiguos alumnos de la escuela, convertidos en estupendos fiscales, maravillosos militares, propietarios de pequeñas granjas en el extranjero, mandan cartas y dinero a la escuela. Y lo mismo que cuando vivía Kenju; cuando llueve, el agua escurre por las ramas y va resbalando, gota a gota, sobre el césped.

Y al lucir el sol el aire se refresca y limpia gracias al bosque de cedros plantado por Kenju, el tonto España, Era el 25 de septiembre de cuando llegué al mundo, justo al lado de la Mezquita de Córdoba.

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Realicé los estudios de Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor y parte de la universidad en Córdoba. Los libros publicados hasta el momento son: 44 poemas desde la otra orilla. Poemillas y variantes. Aires amorosos. Al margen de estos libros, tengo publicados artículos, algunos poemas, cuentecillos en alguna que otra revista y traducciones de algunos autores japoneses en revistas y reseñas de varios autores en blogs etc. Aparte de eso, todos los días un poema en mi Facebook: Antonio Duque Lara y publicaciones en mi blog.

Andrea Zurlo. Me cuesta pensar en otra cosa. En verdad, también pienso en Cleo, esa pequeña deidad erótica y algodonada. Y ya nada volvió a ser lo que parecía, o lo que era, a ocn de aquella mañana veneciana de fines de marzo, en la Punta della Dogana 1en una incipiente y fría primavera.

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Así la perdí. Pasos pequeños sobre pies ligeros. En tanto el sol se colaba lentamente entre los cristales de niebla, deshaciéndolos. Si hasta ese instante me había tomado ese fugaz encuentro como una excursión necesaria para romper mi rutina, ahora me sentía invadida por un halo de misterio, de sobrenatural, aunque, entonces, yo era reluctante a la palabra "sobrenatural", gracias a los anticuerpos que generé contra mi madre, pero esa es otra historia, de la que hablaremos en su momento.

Me senté en la escalinata de la Basílica de Free cleopatra slot machines Madonna della Salute y abrí mi billetera, donde la foto carné del Dr. Recuerdo haber Slotspalace la foto del Dr.

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A esa edad yo imaginaba que las mujeres trabajaban Vavdaa de maestras, peluqueras, modistas y vendedoras de boutique, e incluso de madres, amas de casa y abuelas. El tiempo para mí se portaba entonces como un aliado, un caracol lento que dejaba un sendero brillante a su paso y me abría nuevas puertas cada vez que avanzaba un poquito. El edificio, enorme y viejo, ante mis ojos se Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor en un laberinto con infinidad de puertas y pasillos que terminaban donde llegaba la luz del día y se hundían en sombras que detenían nuestros pasos como una barrera.

Nieves se tomó la costumbre de darnos un coscorrón de despedida cuando se iba. Ninguna de nosotras valod extrañaba por la presencia constante de Nieves con Mary Hellen en el cuartito. También tragamonefas «Guardiana» salió de su garita de portera y se abalanzó símholos toda velocidad a cerrar los enormes portones de hierro decorados con lanzas en la parte superior.

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Las piedras caían sin llegar a destino, se desinflaban en mitad de camino y no llegaban muy lejos. De repente, dos militares lo acorralaron y se abalanzaron sobre él y lo llevaron a rastras hacia un camión verde.

Todos los 007 casino royale megaupload corrían por la calle eran varones y el ejército los perseguía.

Los soldados los atrapaban y se los llevaban hacia los camiones. Los chicos pataleaban en el aire y se retorcían. En ese momento, por primera vez, pensé en la comodidad de ser mujer. Seguro que nadie pretendería que yo fuera a yragamonedas piedras cuando creciera. Las mujeres no Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor por la calle lanzando piedras, no se veía ni una chica por ahí.

Las monjas nos retiraron de las ventanas para llevarnos a un lugar seguro, en el Pragmatic games subsuelo. Entonces vi a Clelia que miraba hacia fuera, con expresión extasiada en sus ojos redondos y negros, y parecía llena de ganas de arrojar piedras.

La monja Victoria se le acercó. Al comienzo, la intentó convencer con voz afectuosa y tranquila para sacarla de ahí y, después, tuvo que Vavaca a la fuerza para llevarla al símolos en el sótano junto con el resto de las clases de la primaria. Desde la calle Juegos con jackpots acumulados sin depósito el barullo de las sirenas y los gritos.

Nos asustaban y Robertita lloraba. Clelia se acurrucó en un rincón y nos dio la espalda, creo que sonreía. Las elecciones del setenta y tres fueron el detonante de la rotura definitiva entre mis padres. Creo que entonces sus cuatro ojos empezaron a mirar en distintas direcciones, dos miraban para valo lado y dos para el otro. Ahí terminó la Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor, nuestra familia ya no volvería a la normalidad. En aquel momento, comencé a entender el tiempo.

Mis actividades se triplicaron: escuela, danza e inglés, me quedaba poco tiempo libre. Debíamos habernos ido hace rato. Falta que nos declaren colonia de Cuba. La tensión en casa se palpaba en cada conversación y en cada gesto. El tal Perón se dedicaba a enemistar las familias. No lo conocía, lo vi un par de veces en alguna foto o en la tele, con su cara larga y su pelo engominado.

Un anciano de sonrisa estrecha que no me transmitía ninguna confianza ni emanaba bondad. Se va a armar peor todavía. Ella no enfrentaba los problemas, huía de ellos.

El trayecto desde la casa de los abuelos a la nuestra, transcurrió en total silencio. No volvió a la hora de la cena, creo que regresó Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor tarde. Cenamos en silencio. Yo añoraba el pasado. No había cumplido ni once años y ya Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor el pasado. Mi hermana, en una de nuestras raras charlas, trataba de explicarme la situación política del país a su manera, sobre todo para alardear de sus nuevos conocimientos recién estrenados.

A mi edad me permitía pasar por alto las noticias que me llegaban al escuchar las conversaciones de los adultos. El lugar estaba atiborrado de gente. En el palco había una orquesta, unas fotos grandes con la cara del General y de su mujer Evita.

Yo yacía tranquila valkr la alfombra de casa leyendo porque no teníamos clases, el veinte de junio se celebraba el día de la bandera, día feriado.

Me incorporé para mirar. Se veía solo gente que corría.

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Lo recuerdo sentado en el sillón, frente a la pantalla, con las manos cruzadas y moviendo la cabeza de un lado al otro negativamente. Con la televisión todavía en blanco y negro, la trwgamonedas no se distinguía, no parecía muy real. De un día para otro apiladps un miedo que impregnó, con naturalidad, nuestra existencia sin darnos cuenta. Las advertencias de mi madre, los consejos de mi padre y las preocupaciones que nunca antes tragamoendas, nos invadieron inesperadamente.

Aunque uno quisiera creer que vivíamos una vida normal, en verdad no lo era. Transcurría nuestra tragampnedas en una especie de estado de guerra sin que nadie la hubiera declarado, en un combate oculto y sucio.

Eran dos caras de una misma moneda que se odiaban y se enfrentaban y nos arrastraban en su barro. Peligros que aumentaban sin cesar. Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor abuela sostenía que el almacenero le comentó que la gente peligrosa como ella los llamaba construían, con mucho ingenio, unas mini bombas que guardaban en cajas de fósforos. No creo que les interese darme la valkr justo a mí.

En la primavera del año setenta y tres, después de las nuevas elecciones apilasos fueron ganadas por Aplados Bis, Perón2 o Perón símbokos Perón él y su señora, Free online slot mashines Martínez de Perónzlto palabra BOMBA dejó de ser una amenaza y se materializó en una realidad.

Por las Free slot games zeus ii abiertas del aula entraba una brisa tranquila que traía el aroma de las flores mezclado con el olor de la ciudad, ese olor acre a escape de autos. Durante la lección de Historia con la maestra Patricia, entró una maestra nueva de otra clase y le dijo algo al oído. Hablaban muy serias.

La maestra Patricia palideció. Su expresión no dejaba lugar para las preguntas. La mayoría de nosotras estaba muy contenta por la noticia, no nos interesaba el por qué, la idea de terminar las lecciones a mitad de la mañana, en medio de la hora de Historia y de sus próceres nos d magnífica.

En un minuto se armó el desmadre lógico que siguió a su anuncio. Pasamos corriendo por el amplio pasillo, donde las maestras acomodaban a las de primer y segundo grado para hacerlas salir en fila. El orden antes que la vida. Las alumnas volarían ordenadamente por los aires. Una marea de uniformes idénticos, pasó atropellando lo que se interpusiera en el camino y se precipitó hacia las escaleras, desatendiendo las instrucciones de las maestras.

Ana no me soltaba la mano. Nos embotellamos en la escalera, quedamos por unos instantes eternos detenidas por un tapón de ansia. Vi algunas caras a mi alrededor que lloraban angustiadas Vavada tragamonedas con símbolos apilados de alto valor otras que reían divertidas como si fuera una escena de película.

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